Nuestra Visión
Ser y hacer discípulos que hacen discípulos.
Nuestros Valores
Amar al Señor y al Prójimo
El primer y más grande de todos los mandamientos es amar al Señor con todo el corazón, con toda el ama, con todas las fuerzas y con todo el entendimiento. Nuestro origen es Dios, nuestra vida es Dios y nuestro destino final es Dios. Creemos que no hay nada más importante que amar al Señor. Asimismo, la Biblia nos hace ver que después de amarle a él, lo más importante son las personas. Es por ello que uno de nuestros más grandes valores en La Iglesia es el amor, el amor a Dios y el amor a las personas.
La Palabra de Dios
La Biblia es nuestra regla de fe y conducta. Es nuestra autoridad y nos sometemos a sus enseñanzas. Todo lo que hacemos y creemos estará siempre basado en las Sagradas Escrituras. Es por ello que en La Iglesia leemos la Biblia, estudiamos la Biblia, predicamos la Biblia, pero lo más importante de todo, nos esforzamos en vivir la Biblia.
La Oración
La oración es el medio que nos dejó el Señor para tener comunión con él. Hace algunos años el Señor nos llamó a ser una iglesia de oración. Tenemos reuniones de oración todos los días en la iglesia y motivamos a que cada creyente tenga una vida de oración.
La Alabanza
Fuimos creados para la alabanza de su nombre. En el cielo le alabaremos por siempre. Pero mientras tanto aquí en la tierra debemos de alabarle con cánticos pero con nuestras vidas también. En La Iglesia hacemos énfasis en ser adoradores y pasamos mucho de nuestro tiempo juntos alabando al Señor y exhortándonos los unos a los otros para hacerlo todo para la gloria de Dios, ya que la alabanza no es un canto sino un estilo de vida.
La Persona y Obra del Espíritu Santo
Mientras el Señor regresa o vamos al cielo, el Espíritu Santo fue enviado para guiarnos, iluminarnos, santificarnos y equiparnos. En La Iglesia hacemos énfasis en la persona y la obra del Espíritu Santo. Nuestro deseo es ver que todo lo que hacemos, sea hecho en el poder del Espíritu de Dios para que traiga resultados positivos.
La Ministración
Nosotros somos el Cuerpo de Cristo. Lo que Jesús hizo en su cuerpo cuando estuvo aquí en la tierra, es lo que somos llamados a hacer como iglesia ahora que Jesús no se encuentra en cuerpo con nosotros. Creemos que podemos y debemos ministrar a los demás. Algunos de los tipos de ministración más importantes para nosotros son la sanidad interior, la sanidad física, la liberación, y la llenura del Espíritu Santo. En La Iglesia tenemos lo que llamamos tiempos de ministración, los cuales se dan usualmente los domingos después de la adoración y/o predicación, así como en los grupos de discipulado.
El Discipulado
Nuestra visión es ser y hacer discípulos que hacen discípulos. En La Iglesia se habla frecuentemente de la visión del discipulado y se espera que todos sus miembros se integren a un grupo de discipulado y vivan vidas de discípulos de Jesucristo.
La Evangelización
Cristo murió por las personas porque para él, las personas son lo que más vale después de Dios. Nosotros también creemos lo mismo. Como iglesia hemos sido llamados a predicar las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús a los perdidos. En La Iglesia nos esforzamos por hablarles a otros de Jesús y ganarlos para el Señor.
El Desarrollo y Mobilización de Líderes
Creemos que todos somos llamados a servir de acuerdo al dones, talentos, llamados y pasion que Dios ha puesto en nosotros. Creemos que todo creyente es un líder en potencia. Por ello, les animamos a levantarse, a equiparse y a servir sin importar la edad, el sexo, o nacionalidad.
El Reino de Dios
El reino de Dios no es un tema de la Biblia, sino que es el tema de la Biblia. Jesús vino a establecer su reino con sus palabras y con sus obras. La iglesia ha sido llamada a establecer el reino de Dios aquí en la tierra. En La Iglesia hacemos un gran énfasis en vivir vidas de acuerdo a los principios del reino de Dios y en avanzar el reino de Dios por medio de su proclamación y su poder.
La Plantación de Iglesias
Creemos que la manera más efectiva para alcanzar a las personas y hacer crecer en la fe es por medio de la plantación de iglesias. En La Iglesia nos esforzamos por identificar líderes potenciales para entrenarlos y enviarlos a plantar iglesias nuevas en otras ciudades.